Resumen
El proceso de enseñanza-aprendizaje está en constante evolución, impulsado principalmente por el avance de las tecnologías de la información. En los últimos años, la inteligencia artificial ha ampliado enormemente las posibilidades de innovación en la educación, generando un impacto notable en la didáctica de la matemática. Este campo ha experimentado mejoras significativas en metodologías, herramientas didácticas y materiales educativos.
En el nivel superior, este nuevo paradigma educativo ha redimensionado el rol del estudiante, colocándolo en el centro del proceso formativo. Se ha pasado de una enseñanza centrada en la transmisión de contenidos a un enfoque que prioriza el desarrollo de competencias matemáticas esenciales para el siglo XXI. Esto plantea la necesidad de repensar los equilibrios entre la profundidad de los contenidos y las competencias a desarrollar, con el fin de preparar a los estudiantes para los retos y desafíos del siglo XXI.
Este estudio busca analizar el impacto concreto de las tecnologías de la información, en particular de la inteligencia artificial, sobre la enseñanza de la matemática. Se propone establecer un punto de equilibrio entre las competencias matemáticas que deben ser promovidas y los contenidos que deben ser priorizados en cada asignatura. El objetivo es optimizar el proceso de enseñanza-aprendizaje de modo que esté alineado con las demandas tecnológicas y profesionales del futuro.
En este contexto, la exposición se centrará en explorar respuestas a las siguientes preguntas clave: ¿Cuáles son las competencias matemáticas esenciales que los ciudadanos del siglo XXI deben desarrollar? ¿Qué contenidos matemáticos deben considerarse prioritarios en la era de la inteligencia artificial? ¿Qué fundamentos justifican la relevancia de esos contenidos en particular? Y finalmente, ¿cómo estructurar la enseñanza de estos contenidos para maximizar su relevancia y efectividad en el desarrollo de competencias?